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lunes, 18 de julio de 2011

Especuladores: ¿Del poder al paredón?

¿Para qué sirve la especulación?
 Para hacer rico/a a quien la practica.
¿A quién beneficia?
Sólo a quien la practica.
¿A quién perjudica?
A todo el mundo.
¿Y por qué se permite?
.......................................................La pregunta del millón de euros.
Tratemos de ganarlos: Se permite porque el especulador forma parte primordial de las élites que toman las decisiones, bien a través de los bancos, multinacionales de la  alimentación, la industria, la comunicación y de cualquier actividad productora que sea especialmente relevante para la especulación. Y como tal, como dueña del dinero influye en los políticos que permiten sus abusos. Porque no hay que olvidar que la especulación no es una práctica  empresarial al uso o normal, es un abuso que se asemeja a la usura, cuando no actúa como tal. Consiste en incrementar los precios de forma abusiva para generar el alza indecente de estos, promoviendo la escasez de los productos en el mercado con su almacenamiento privado, y la compra a bajo precio del producto, incluso por debajo del precio de coste para el productor. Es decir el productor, al límite de la supervivencia tiene que malvender su producto con la esperanza de poder comer el año siguiente. Lo siguiente es vender el producto a precios abusivos, sin importar que haya personas que no puedan pagarlo aunque se trate de productos básicos para la subsistencia, y si no que pregunten a los pobres de África, Asia, América del sur, etc....ES DECIR: no crean puestos de trabajo, no crean competencia profesional bien entendida, SÓLO crean condiciones ficticias para aumentar los beneficios de forma fraudulenta con la llamada ingeniería financiera, que es la palabra que se ha creado para hacer pasar por legal lo que es una práctica de usura consentida, cuando no ilegal. Una vez hecho esto se permiten el lujo de patrocinar deportistas de élite y de lanzar campañas de apoyo al tercer mundo. No hay que olvidar que el especulador se cree un gran empresario, del tipo que invierte en investigación y mantiene una actitud dialogante y nada paternalista con sus trabajadores. Este auto proclamado rey del mambo, se permite como no podía ser menos,  imponer a los gobiernos el tipo de interés a cobrar por sus préstamos y los gobiernos, esos entes capaces de enviar ejércitos a luchar en otros países y de lanzar a la policía contra sus propios ciudadanos cuando protestan por las vejaciones en la calle, se callan y obedecen de manera tan vergonzante que se asemeja al si bwana del esclavismo colonial. En la suma del cinismo, los permiten operar desde los lugares más selectos de sus ciudades sin importarles un bledo el daño irreparable al que someten a su propio país. ¿Por qué lo permiten entonces? Pues porque son los que mandan, porque el dinero es quien manda y porque los politiquillos/as de mierda son unos vendidos al dinero y a su jubilación. Luego dicen que hay revoluciones sangrientas, golpes de estado y terrorismo, nada democrático, ¿Y qué esperan? ¿Que las personas se mueran de hambre, aguanten las injusticias, la pérdida de derechos conquistados incluso con sangre a través de generaciones, aguantando callados? Echemos cuentas, como les gusta a los economistas: Un especulador hace ricos a 20 personas, estas dan de comer a 200, bien 20 x 200= 4000. Sumemos personas asociadas a prácticas afines y aumentemos un 20% más. Nos salen 4800 personas que viven con una calidad de vida buena o excelente. Ahora calculemos 100 especuladores por país, nos da 480..000 personas que viven gracias a hacer pobres a los demás. No está mal. Conozco un amigo mio, que cuando se enteró de que una bala valía 60 céntimos de euro, dijo que con 200 euros arreglaba el país y aún le sobraba para arreglar alguna isla "paradisíaca" en las que este tipo de gentuza que condena a millones de personas a morir de hambre o a pasar todo tipo de enfermedades, penurias y una vida, en la que la única esperanza es sobrevivir como se pueda, entre otras cosas para creer en los milagros, no viven. 
Un/a político/a que se precie de ser una persona con uno, o dos principios éticos, mandaría al ejército a luchar contra quien atenta contra la integridad de sus ciudadanos. Bien, es claro que esta gentuza lo hace y sin embargo no sólo no se les ataca y juzga para que paguen por sus fechorías, sino que además se les permite vivir en el país. Al menos que los manden y mantengan encerrados en sus islas. ¿No dicen que son un paraíso?

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