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jueves, 29 de septiembre de 2011

Colonización al estilo Israel


                Los colonos que ocuparon Estados Unidos, “encarcelaron” en reservas a los nativos  americanos, poniendo como excusa al progreso, su defensa y supervivencia económica. Como casi todo el mundo sabe, -salvo el Tea Party and colegas-, les adjudicaron los terrenos más yermos existentes en dicho país, porque lo del genocidio empezaba a quedar mal gracias  a Thoreau, Hamilton, Toqueville…… Los judíos de Israel están haciendo lo mismo con los palestinos, evidentemente porque lo del genocidio sigue quedando mal, ocupando los mejores terrenos, las fuentes de agua y arrinconándolos en los terrenos más yermos, que ya es rizar el rizo, de Palestina. Ahora resulta que un premio nobel de la Paz, que no había hecho nada para merecerlo, pierde una oportunidad para ganárselo y se pone del lado de los extremistas milenarios que se arrogan el derecho divino- y económico-, para ocupar dicho territorio, -en vez de compartirlo-, y expulsar a sus nativos a la pobreza, la hacinación  y el desierto. La historia enseña que la creación de odio y la humillación constante acaban con los que la producen. En cualquier caso y gracias a la prensa –de momento-, sabremos de las  personas y de los gobiernos, que ocuparán un lugar en la historia de la infamia, porque con estas acciones serán culpables de las muertes que se produzcan a partir de ahora y quizá, de la resurrección de un nuevo Adriano. Mientras tanto,  siguen los asentamientos en un claro ejemplo de lograr la paz y anexionar territorio. A este paso invaden Egipto sin que se den cuenta y montan una escuela adoctrinadora de la Tora  a la sombra de Gizeh. Mientras, la jeja de la diplomacia norteamericana dice sentirse disgustada por esta nueva anexión. Hay disgustos como este que llevan matando a los oprimidos desde que el mundo es mundo. Los que mueren después por  la sinrazón se han dado en llamar víctimas colaterales.
¡Qué orbe, Dioses, qué chapuza de orbe!.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Capitalismo para niños


                El capitalismo explicado a los extraterrestres o a los niños. Breve introducción.
                Aquí en este planeta, es sabido, que el capitalismo es un sistema de clases que deviene en un sistema ético injusto, en  donde quien es más apto para la sociedad no está necesariamente mejor considerado dentro de ella y por lo tanto no ocupa el lugar perteneciente a la clase más alta. Por el contrario, sucede con acostumbrada e inevitable indiferencia, que los lugares más altos del escalafón clasista del sistema estén ocupados por las personas más reaccionarias, crueles e insensibles al mundo y a lo que les rodea. Gente que trata a los demás como mercancía de usar y tirar, autoimponiéndose los títulos de benefactores de la sociedad y garantes del sistema económico triunfante. Las revoluciones industriales, esas que nos iban a traer la mejora de la sociedad y el ocio casi infinito, una vez conseguida la subsistencia alimentaria para todos los habitantes de este planeta, cada vez menos azul, se basaron en la contratación de los hombres menos cualificados para usar su fuerza en las fábricas y minas. Cuando protestaron, y gracias a la mejora de las máquinas para producir más, contrataron a las mujeres: cobraban menos. Cuando estas protestaron por sus condiciones laborales y económicas, tuvieron un destello de conciencia y contrataron a……los niños.
                Debido a unos movimientos obreros y a una historia sangrienta, como toda humana, en algunos lugares del planeta se prohibió la contratación de niños y de personas en condiciones laborales penosas. El mundo fue dividido en lugares ricos y a otros se les hizo ser pobres o serlo más todavía, se les esquilmó en nombre del progreso y la ciencia de los ricos obligándoles a perpetuarse en la reverencia de la duodécima vértebra  ante ellos. Cuando ya no se pudieron mover ni producir, volvieron sus ojos maliciosos de avaricia a sus paisanos de los países ricos, que hasta entonces estaban disfrutando de salarios y condiciones de trabajo dignos, ¡incluso con pensión en la vejez!, y empezaron a ejecutar el mismo plan, el único que saben, que ya habían realizado con los obreros de los países pobres. El poder económico se lanzó a por el control de  los ejércitos, la policía y a conseguir la complicidad de las personas que se arrogan el derecho divino del poder religioso. Cuando consiguieron esto, se dedicaron a lanzar guerras civiles y externas para evitar el descontento social, se cargaron medio planeta y media humanidad. La que sobrevivió anda en algunos lugares a tiros, las cosas que tiene el  deseo de  sobrevivir humano, y en otros ¡más avanzados! Andan a tiros para romper con el sistema anteriormente llamado capitalista y que los de la clase alta llaman liberal.
Y en eso estamos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

La inquisición vista por un torpe e interesado israelí.

                La viga en el ojo propio es, como casi todo el mundo sabe, más pequeña  que la brizna de paja en el ojo ajeno. Este defecto visual, consistente en una degeneración neurológica del pensamiento y de la historia por mor de la mala leche, suele ocurrirle a  los seguidores de las religiones del ojo por ojo y dentadura completa  por muela picada. Incapaces de aceptar crítica alguna, tachan de enemigos farsantes e innobles  a quienes les dicen que están empapados cuando se encuentran en mitad de un embalse. Al ex- embajador de Israel en España (afortunadamente), señor Schutz le pasó el otro día y publicaron sus comentarios en El País. Goytisolo le respondió de manera adecuada -y muy blanda- y de paso le enseñó, nos enseñó, algunas cosas de la historia de los judíos y sus descendientes en España. La tesis del intolerante Raphael Schutz es que somos unos antisemitas porque seguimos con la inquisición. No se da cuenta que, debido a que la mala leche altera de forma eficaz el oído y la vista de cerca, la inquisición no existió en España entre la gente tolerante salvo para apresarla, condenarla y ejecutarla, y que dichas acciones fueron llevadas a cabo por la gentuza a la que pertenece este semita: los intolerantes de los pueblos elegidos, de las únicas fes verdaderas, oxímoron donde los haya, de los conmigo o contra mí, esos son los que promueven la intolerancia y la desaparición del contrario. Suele ser  la derecha casposa, los fascismos, los totalitarismos y fanatismos de cualquier ideología o religión, los que promueven el odio antisemita contra el pueblo que les interesa y las prácticas terroristas: judíos o palestinos. Igual es el terrorismo de estado que el de los fanáticos religiosos, ambos dan el mismo asco. Schutz, como tantos otros, proclaman la raíz semita de su gente, como pueblo elegido que es, sólo para los suyos; a este paso reclamarán la raza humana sólo para su pueblo elegido.
                A continuación, y ya con la melena al viento, se dedica a criticar las noticias que aparecen en nuestros diarios. Por supuesto, también son antisemitas, (huy perdón, quise decir antijudíos), porque sólo hablan de las tropelías que cometen los israelíes contra los palestinos y no de las cosas normales que hacen la gente de allí. O sea, sólo dan noticias malas y tergiversadas contra los judíos. Hay que reconocer que, ya puestos, cuanto más se miente más se lo cree uno. Un país que se pasa por el forro de las entrepiernas las resoluciones de la ONU, a la que acuden, sin embargo y recato, en busca de sanciones contra los países que les odian, (pronto le tocará a España),  que tiene un presidente admirado por este embajador que se permite el lujo de cachondearse en el senado norteamericano de las propuestas de paz que el presidente de ese país le hace para solucionar la ocupación y el apartheid a la que tiene sometido al pueblo semita palestino, y en la que todos los involucionistas y fanáticos religiosos de ese país le rieron las gracias. El odio y la perseverancia en aumentarlo a causa de la ocupación de tierras y de los ríos, la imposición de una famélica economía de guerra, en suma un apartheid puro y duro hará, como sigan así los dirigentes judíos de Israel que este estado desaparezca otra vez, sin necesidad de acudir a la Inquisición ni a la pérdida de confianza de un dios vengativo, como ellos, en su pueblo elegido. Sólo el odio de quienes no saben perdonar y si arrasar, de los sionistas, está haciendo que la historia tome una única dirección: el día de mañana hablará de un nuevo Adriano y una nueva diáspora. Menuda caterva de dirigentes tienen los israelíes: sólo se acuerdan del holocausto para justificar sus crímenes. Por cierto señor Schutz, ¿sabía usted que los españoles tolerantes fueron “compañeros de patio y caldera” de sus antepasados en los campos de concentración? Sigan así, aunque deberían recordar que es de tontos intentar engañar a la historia: siempre vamos detrás.